El bacalao es un pescado blanco, es decir, bajo en calorías y en contenido en grasas, además de ser rico en proteínas, vitaminas y minerales. Perfecto para ayudar a eliminar esos kilitos de más del verano. En el mercado rara vez se puede encontrar fresco y lo más usual es la presentación “fresco” congelado, salado y desalado refrigerado o congelado en su punto de sal. Como tenía bacalao congelado en su punto de sal y me encanta al pil pil, es que ni me lo he pensado. La verdad es que facilísimo de hacer y lo importante de esta elaboración es que el suero y el aceite liguen bien dando lugar a una deliciosa salsa homogénea. Por otro lado, el bacalao al pil pil NUNCA lleva guarnición, aunque sí admite decoración de ajos, guindilla y, si acaso y para darle color, un poquito de pimiento choricero en un bonito corte y/o un poco de perejil picadísimo finamente en muñequilla.
- 300 gr de bacalao (ya descongelado y en su punto de sal)
- 2 dientes de ajo
- 1 guindilla
- C/S de aceite de oliva (unos 30-50 cc aprox)
- Cortar en láminas los ajos y la guindilla.
- Elegir una cacerola o rondón (más ancho que alto) donde freíremos en un fondo generoso de aceite cuidadosamente los ajos con la guindilla. Los ajos han de quedar dorados.
- Colar el aceite y reservar aparte tanto el aceite como los ajos con la guindilla.
- En la misma cacerola cocinamos el bacalao con un poco de aceite a fuego medio-bajo poniendo el pescado con la piel hacia arriba unos 3-5 minutos. Dar la vuelta a las presas de bacalao y dejar otros 3-5 minutos. Retirar el pescado en un recipiente adecuado y dejarlo reposar unos minutos para que se desprenda su gelatina.
- Tomamos la misma cacerola y a fuego bajo, empezamos a batir con unas varillas el aceite con la gelatina. Agregar a pocos el aceite y el suero del bacalao y seguir batiendo continuamente hasta que la salsa ligue, presentando un aspecto homogéneo y espesito.
- Disponer el bacalao en un plato adecuado y naparlo con su salsa. Decorar con algunas de las láminas de ajo y guindilla que teníamos reservadas. Servir inmediatamente. ¡Buenísimo!
Por favor, no cocinéis en exceso el bacalao pues quedará seco y se romperá con facilidad al manipularlo.